miércoles, 14 de febrero de 2007

Alteridad

Las contradicciones de la globalización están presentes desde su gestación en el seno del expansionismo europeo, el colonialismo y los regímenes modernos, en los que la barbarie sigue como una constante.
Aunque la expansión del capitalismo ha sido violenta e incontrolable no tiene características uniformes, sino al contrario ha convivido con sistemas alternos y complejos, que parecen estar en lógica contraria, pero que sin embargo hacen una pareja idónea con él: el esclavismo es un ejemplo excelente de cómo las contradicciones de la ideología capitalista son tan evidentes.
El sistema de colonias que establecían los europeos se acompañaban de una conquista, no sólo material, sino cultural y hasta espiritual, en el que los colonizadores tenían que contemplar a su colonizador como salvación a su entorno de barbarie. Es bajo este precepto que se forma la alteridad colonial, del malo, bárbaro, sucio y nativo, contra la identidad del bueno, educado y civilizado europeo. Y a propósito de las herencias del siglo XIX mencionadas por Gilberto Jiménez que tienen que ver en las fases-procesos que han influido para las formas de la cultura en su estado actual, mediante la alteridad, la institucionalización y la mercantilización de la cultura. Durante el siglo XIX nacerían también, dos grandes disciplinas creadoras y productoras de una alteridad que legitimaba el dominio y la colonización: la antropología y la sociología, que poco después serían las mismas que evidenciarían, cuestionarían y criticarían estas prácticas marginalistas.
Aunque muchas categorías de análisis todavía presentan una dicotomía que posiciona la hegemonía y legitimidad de la cultura en singular y con mayúsculas (relacionada siempre con las bellas artes) contraponiéndola a la cultura popular; tendríamos que contemplar la industria cultural que gana terreno, afecta la subjetividad de forma sutil y lacerante para seguir perpetuando la jerarquización de las formas culturales. Porque la cultura al igual que la humanidad es diversa, rica y respetable.
Belu
70716

5 comentarios:

Cronolego dijo...

Belu: la barbarie es el capitalismo voraz. Parece que el XIX fue el siglo de las cosechas, sembradas siglos atrás, la expansión colonial tuvo un avance siempre para adelante en sus condiciones materiales. La inciciativa por tomar el control del orden social por parte del Estado, también promovió la cultura de la vida burguesa y su amplitud, en los organismos y agrupaciones internacionales instituidos para difundirla, contra la mercantilización de los objetos de "lo popular".

Cronolego dijo...

la barbarie es importante ya que en el siglo XIX surgieron aspectos relevantes como las culturas y mercantilizació a otros países. Es muy interesante saber más hacerca de este articulo, especificamente es buena la critica.
51840

Ligia B. Ojeda dijo...

Al hablar de cultura, considero que, como bien indicas Beluna, deberiamos remontarnos a los inicios de ella, que van mucho más atrás de la imperante globalización. Esta, -la cultura- no viene ni con los conquistadores, ni mucho menos se les atribuye como talvez varias concepciones lo determinan.
Desafortunadamente, como en la mayoría de los casos, se pretende inventar la cultura, o las culturas, subjetivamente y a beneficio de unos cuantos, que sólo evidencia el temor a lo efímero del ser.

Graciela Manjarrez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Graciela Manjarrez dijo...

La globalización es el capitalismo en ascenso. Su circulación es el movimiento que pone en juego una estructura ya formada. En todo sistema donde el invento civilizador creó la figura del colonizador, requirió de su contraparte de bárbaro que lo acompañó para darle soporte material y simbólico. Pero no es nuevo, desde el tiempo de las sociedades de la antiguedad clásica, ya se formó la estructura social de poder. La utopía neoliberal pone en marcha la voracidad capitalista en el XVIII y el XIX.
La industria cultural usa ese esquema de alteridad para poder mediar o conectar sus mensajes, que finalmente atrapen consumidores, pero ¿dónde, socialmente hablando, se han incrustado esas dicotomías? que se han perpetuado durante siglos.
Chida imagen Belu